Teatro musical en Guadalajara: Los últimos cinco años

Belinda Lorenzana
3 min readOct 11, 2019

Llega al teatro Jaime Torres Bodet de Guadalajara Los últimos cinco años, en una producción de Francisco Jiménez, con actuaciones de Ana Cecilia Anzaldúa y Carlos Quezada, y dirección de José Sampedro.

© Los últimos cinco años (Guadalajara)

Aunque la oferta de teatro en Guadalajara ha ido creciendo en los últimos años, aún falta un largo camino por recorrer en cuanto a obras musicales. Por eso llama la atención el estreno del martes pasado en la ciudad: Los últimos cinco años inicia una temporada en el teatro Jaime Torres Bodet, con una producción local, llamativa y de algún modo acogedora, tal vez porque el texto y la música cuentan con algunos fans. Al entrar al foro, nos recibe un espacio pequeño, cercano; en el escenario vemos cajas de cartón, dos sillas, focos unidos por un cable colgante y una orquesta.

El montaje es una adaptación de The Last Five Years, musical escrito por Jason Robert Brown. La obra se estrenó en Chicago en 2001, fue adaptada al cine en 2015, con Anna Kendrick y Jeremy Jordan en las actuaciones, y tuvo una exitosa temporada en la Ciudad de México en 2018, que le valió a Aitza Terán el premio de la ACPT a mejor actriz de musical. El argumento gira en torno a la relación amorosa entre Jamie, un escritor que toca las puertas de la fama, y Cathy, una actriz a la que la suerte no sonríe.

(CC) York Perry

Esta puesta en escena implica un atractivo innegable en el panorama tapatío. La música es el principal acierto: los arreglos y la interpretación. Los actores, Ana Cecilia Anzaldúa (Cathy) y Carlos Quezada (Jamie), ambos con trayectoria en teatro musical, también hacen su parte. Pero en el resultado, la combinación termina siendo floja. Mientras Quezada goza de un espectro amplio que despunta en el escenario, Anzaldúa se muestra algo limitada, incluso a nivel vocal. Los personajes finalmente quedan delineados, a pesar de la principal carencia del montaje, que no está en el desempeño actoral sino en la falta de dirección escénica.

Mientras Cathy narra una historia de amor con Jamie comenzando por el final, él narra su versión desde el principio. Él es brillante, talentoso y se ve limitado por una mujer a quien ama, que lo ama también, pero que en el argumento funciona más bien como un lastre (ese cliché: la mujer como obstáculo, impidiendo el desarrollo ajeno y propio). En esas dos líneas paralelas, que corren en direcciones opuestas, radica el atractivo de un texto en que la interacción de personajes es mínima: solo coinciden en un número, cuando sus líneas narrativas se cruzan.

Desafortunadamente, esta característica, que podría inspirar un montaje lleno de recursos, se traduce en un limitado aprovechamiento del espacio escénico y el carácter de los personajes. Falta un trabajo más cercano con los actores, falta echar mano de iluminación y ambientación para que la magia finalmente suceda. Y, por otra parte, falta una traducción más eficiente del texto original, un problema al que el teatro en México se enfrenta constantemente.

Con una dirección escénica más puntual y una traducción menos forzada, la experiencia habría sido espectacular. Lo segundo no puede remediarse por lo pronto, pero el director seguramente afinará detalles en las próximas funciones. El balance y el panorama son alentadores después de todo: la cartelera teatral tapatía se enriquece con esta producción musical local, con un elenco destacado y un texto propositivo, que goza de cierto prestigio. Mientras más opciones tengamos en el horizonte, habrá más oportunidades de construir teatro significativo en la ciudad.

Los últimos cinco años se presenta en el teatro Jaime Torres Bodet, Guadalajara, los martes de octubre y noviembre de 2019, a las 20:00 horas.

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Belinda Lorenzana

Soy una rumbera encubierta. Coordino Humanidades en prepa y edito en @creamagazine. Voy al teatro. @ACPT_Mex