Medea se revela en el imaginario occidental como la bruja infanticida, la mujer vengativa y cruenta que es capaz de asesinar a sus propios hijos para satisfacer su despecho y su rencor. El exceso de esta representación nos es familiar: «Eva, María, Penélope, Medea, Antígona, Dulcinea, Cenicienta, Beatriz, la bruja…